Los cascos son fundamentales para la movilidad y bienestar del caballo. Un mal cuidado puede generar enfermedades como la laminitis o infecciones dolorosas. Consejos para el cuidado de los cascos: Limpieza diaria: Retirar suciedad, piedras y barro con un limpiacascos. Hidratación: Aplicar aceites o ungüentos para evitar la sequedad y grietas. Recorte y herrado: Visitas periódicas al herrador para mantener la forma adecuada. Superficie de descanso: Evitar terrenos demasiado duros o húmedos por períodos prolongados. Un mantenimiento adecuado evita problemas mayores y mejora el desempeño del equino.